jueves, 18 de febrero de 2010

LA PINTURA MODERNA Y OTROS ENSAYOS



De Clement Greenberg
Edición de Félix Fanés
Siruela

En una identificación de lo moderno con el autocriticismo de Kant, lo moderno de la crítica a la crítica. Más allá del arte, la autocrítica afianza más sus valores.
Entrados en el siglo XIX se plantean que esa función autocrítica kantiana puede replantearse alejada de la filosofía, aunque en mundos recónditos como los de la religión no funcionaba, ¿pero y el Arte? O las artes…¿Cuáles eran sus funciones? ¿Y se podía valer por sí misma?
Lo que el arte era en general, pero lo que las artes eran en particular también tenían que tomarse como valiosas. Qué de únicas tienen.
En tanto que se demostrara qué de único poseía, más valor tomaría y alcanzaría su propia “vida”, independiente y autodefinida.
Un arte realista que como opina el autor ocultaba el arte, frente un arte moderno que lo reaviva. En arte moderno se reconocía a la figura de Édouard Manet, a mediados de ese siglo XIX, que se abría paso a un pensamiento más abierto aunque analítico de la función del arte.
Dieron cuenta de que la pintura se servía de un soporte plano, que le es propio y único para sí, lo que en el caso de la pintura moderna, tal propiedad o particularidad, la llevaron a tal extremo que “lo primero que se ve es el cuadro”.
Lejos de representar un espacio real, o una perspectiva clara, lo que busca es resaltar todo lo que se pueda lo plano. La pintura toma así el ejercicio de volverse abstracta y así, en la llegada de lo moderno. Un arte abstracto que, difícil se vuelve reconocer cualquier figura en él.
Al arte se le aplicó el sistema de pensamiento autocrítico kantiano, como ya se ha dicho, logrando así el acercamiento a un método comparable con el científico, y llegados a esto: ¿Cómo es posible que el arte se justifique con la ciencia?
La meta a alcanzar por el arte moderno eran más bien logros personales, del artista que busca respuestas en sí mismo y en las cosas que vive, en su propia experiencia, el artista que se siente libre, aunque no sabe si lo es con total seguridad, el que sin creer regirse por teorías ya alcanzadas, encuentra lo que busca.
De ahí un resultado empírico es el que demuestra el arte moderno. Donde la experiencia es el primer punto, en contraposición al conocimiento teórico.

Un texto donde no cabe duda el punto de simplificar al que llega el autor, para que los ejemplos se vean con más claridad.